Pederastia: una mirada a un fenómeno oscuro y complejo
La pederastia aparece en la historia humana como una de las formas más dolorosas de violencia ejercida por un adulto contra un niño. No es solo un acto prohibido por la ley: es, ante todo, una ruptura radical del mundo emocional del menor. Cuando un adulto cruza ese límite, no solo invade un cuerpo; invade un proceso de crecimiento, una identidad en formación y un espacio que debería estar protegido por afecto, guía y cuidado. En el corazón de la pederastia existe una constante: la asimetría de poder. El adulto decide, manipula, empuja, convence, calla o intimida. El niño intenta comprender algo que no tiene lenguaje para nombrar, algo que se siente extraño, incómodo, amenazante, pero que muchas veces se reviste de aparente cariño, de atenciones especiales o de promesas vacías. El adulto pederasta: una figura que opera desde las sombras El adulto que comete pederastia rara vez actúa de manera espontánea. Sus conductas suelen tener un patrón, aunque cada caso tiene matices distintos. Ha...